La educación en la colonia no fue
desarrollada en su plenitud en el conjunto de la población, sino que solo por
la elite y los indios durante su evangelización, tal como se le hace referencia
a Linch en el texto: “es mas probable que una sociedad acepte la ausencia de
derechos que nunca ha experimentado que la perdida de derechos que ya ha
disfrutado”. Esto nos demuestra que durante la colonia no existieron esfuerzos
algunos de sublevación en contra del orden colonial por el derecho colectivo a
la educación. Durante la colonia la
visión de formación estaba centrada en la formación práctica, es decir, para la
guerra o las actividades propias a la reproducción de la comunidad. Durante la
consolidación del imperio español, se puso un énfasis principal en la expansión
del catolicismo a los pueblos nativos,
los cuales eran considerados como “barbaros”, por lo que se les evangelizaba y
con ello se aseguraba la subordinación ideológico-cultural a la cultura dominante
y se preparaba también así a la mano de obra, servidumbre, de la elite. “Por lo
demás, la necesidad de dinero y el deseo de imponer al verdadero Dios no son
mutuamente excluyentes; incluso hay entre los dos una relación de
subordinación: la primera es u medio y la segunda, un fin” (Todorov, 1997:
20). Esta frase citada nos da cuenta de
lo que se vió durante la colonia y aunque existió una temprana educación
indígena durante los procesos de evangelización ésta no llegó a las mujeres ni a los hijos de peones,
criados o esclavos.
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